Crónica cortesía de Andrés.

 

El motivo de la media de Don Benito era hacer una nueva muesca en este revolver de Medias Maratones de Extremadura.

 

Madrugar un domingo a las 6h30m te hace dudar muchas veces de tu afición, pero esta vez estábamos más acompañados por estar en periodo de caza, y los cazadores mimetizados y con sus remolques caninos daban una mayor actividad a esas calles, lo que te animaba en cierta manera.

 

El viaje fue entretenido, con recuerdos y experiencias de carreras anteriores hicimos la mayor parte del recorrido, en este caso acompañado del cachondeo de la contraseña olvidada del GPS que debía de llevarnos a la salida.

 

Llegamos pronto, lo suficiente para sacarnos fotos para el recuerdo, e incluso comer algo ligero, más que nada para que el vacío estómago no nos acompañase mucho tiempo. Y es que uno siempre ha tenido dudas de cómo debe planificar la alimentación tras desayunos tan prematuros, y un viaje largo.

 

La carrera empieza… unos 2 km nos dan la oportunidad de conocer la ciudad… la carrera parte igual que las anteriores, con Beni y Ángel en un ritmo medido prudentemente, y Barrios por delante. Tan sólo la diferencia es que Luismi y yo hacemos los 4 primeros km juntos. A partir de ahí, decide probarse, y continuo solo. Con Luismi, los kilómetros son a buen ritmo, inferior a 5m15s, y tras su marcha parece que no acuso excesivamente una bajada de ritmo.

 

A la altura de mi km 7, nos cruzamos con los primeros, algo esperable en un recorrido circular como era éste. Pero ellos ya han metido 11 km a sus piernas, pero parece que no tocan el suelo, al contrario que yo que hago cumplir lo de Zapatones.

 

En esos kilómetros es dónde se va marcando el sitio de cada uno, con continuos adelantamientos, que nos van recolocando a nuestro verdadero sitio: los que salieron dejándose llevar por los mejores, sin que esa sea su sitio, empiezan a retroceder posiciones, y los que están preparados físicamente mejor, pero que deciden salir más prudentemente, empiezan a coger mejores posiciones.

 

A esas alturas una china en mi pie va a ser mi compañera el resto de la carrera. No quiero pararme, así que a base de moverla a varias posturas, la encuentro una ubicación no molesta. En el km 8, mi tiempo empieza a empeorar, pero intento justificarlo porque ahí es dónde se sitúa la máxima pendiente de la carrera. A pesar de eso, adelanto más que me adelantan. A partir de ahí, una bajada en la que busco alargar la zancada y olvidarme de tomar aire, hace que mis tiempos se vuelvan a aproximar a los iniciales. Y a partir del 11, los tiempos progresan negativamente, en torno a los 5m40s, aunque a veces tengo la sensación de llevar un buen ritmo, pero supongo que también se debe a que la pendiente que me favorecía esos primeros kilómetros de la carrera, ahora se vuelve a mi contra, aunque no es excesiva y no debe ser el motivo. Lo busco, intento justificar por qué hoy no me noto lo suficientemente fuerte, dentro de mis posibilidades, y valoro que sea por el madrugón, por el prematuro desayuno, por el calor existente, por el desgaste de los 27 km de los Artesanos…

 

Es una carrera simple, paralela a la carretera… lo mejor el camino de tierra en que se mueve. Ahora veo cierta inclinación en mi contra, quizás a la ida no la apreciaba en los mismos toboganes que ahora recorríamos a la inversa. Se me hacen largo cada uno de los kilómetros, aunque no estoy perdiendo posiciones, ni tampoco distancia respecto al culo del corredor que me precede a 100 m.

 

Mis continuos radares me chequean el cuerpo… físicamente no aparecen motivos de alarma, salvo el cansancio que me acompaña… pero el estómago empieza a hacerse notar, como viene siendo habitual. Y es que me resulta difícil encontrar la rutina alimenticia. En cualquier caso no va más allá, salvo rondar por mi cabeza que el tema puede complicarse.

 

El km 15 da inicio a una pendiente, que como las anteriores, se me hace larga, pero esta vez da lugar a la entrada de Don Benito, marcando tiempos muy malos y no justificados por el trazado no demasiado exigente del recorrido: 6m05s. La carretera asfaltada que recorremos dentro de la ciudad, bordea rotondas exteriores al pueblo, en una pendiente muy favorable de la que no soy capaz de aprovecharme. Los km 16, 17 y 18 se me hacen larguísimos, 5m45s aproximadamente en cada uno de ellos, y es que un trote poco alegre me acompaña, a pesar de que voy cuesta abajo, pero las piernas empiezan a notar la tensión de los músculos. Creo que no soy el único, adelanto corredores a los que las fuerzas le empiezan a fallar, aunque también me superan corredores a los que les sostiene una evidente mejor preparación.

 

Km 19: las miradas de los espectadores parecen dirigirse a algún corredor anterior a mí… cuando me aproximo, a cierta distancia, no sé si hay 2 que se divierten simulando deambular por la carrera… eso me parece dado lo exagerado de sus movimientos… parecía tambalearse. Me sorprende que a esa altura haya corredores que estén tan sobrados y de tan buen humor, y efectivamente estoy ante un corredor que se va de un lado a otro del paseo que llevábamos, intentando buscar el equilibrio con sus piernas y brazos abiertos y un movimiento oscilante. Un corredor a su lado le sostiene y apenas logra llevarle hasta un banco. El corredor con la mirada perdida me mira… llevo un botella de agua en la mano y no dudo en acercársela, a la vez que ya algún espectador se ha atrevido a echarle una mano.

 

Ha superado su límite de resistencia… Y me planteo si no lo estaré superando también yo… dónde está el límite de cada uno? Qué nos hace pegarle estas palizas al cuerpo? Es difícil ponernos un límite, más cuando precisamente luchamos por superarlo… creo que vamos en paralelo con lo que la sociedad nos pide. Parece fácil parar de correr cuando te encuentras mal, pero realmente no debe serlo cuando estás metido en la carrera, cuando tu meta está próxima, y cuando lo has hecho otras veces.

 

La meta está próxima, y la entrada al estadio te anima, la zancada parece haberse alargado, y es que el pequeño orgullo de terminar bien te hace dar lo último que tienes.

 

Barrios, Ángel, Beni y yo, hacemos muy malos tiempos respecto a otras medias. Luismi sí se ha mantenido en un tiempo bueno. La carrera ha sido mala.