Crónica cortesía de Ángel

 

Carrera nueva para mí, era su segunda edición y por lo que había visto por internet iba a ser una prueba de montaña "voladora", terreno muy favorable una vez coronado el "Camorro". Y así fue.



Al coincidir con el día de la media de Mérida únicamente fuimos dos zapatones a Castañar de Ibor, (Jose y yo) los valiente vaya... jejeje. Cierto es que me daba pena no ir a Mérida, había corrido las tres últimas ediciones y ésta vez había dejado pasar el tiempo para inscribirme al final y luego no andaba con mucha motivación por ir a correrla, aunque fue algo puntual. Se agotaron bastante pronto los dorsales, pero tampoco me importo mucho, pensándolo fríamente había más razones para no ir que para ir. ¿Recorrido bonito? A tramos, aunque cada cual tiene su opinión, pero mirándolo bien, unos organizadores que critican la media de Coria por ciertos aspectos cuando ellos tienen los mismos defectos año tras año y no los corrigen... dejan mucho que desear. Pero bueno, yo he venido aquí a hablar de mi libro... perdón, de mi carrera en Castañar de Ibor.



Salimos a las 7:30 de Coria y llegamos a Castañar con tiempo de sobra para hacer de todo y calentar, aunque no hacía demasiado frio como para hacer un calentamiento fuerte. Pocos inscritos en la prueba, 96, de los cuales en meta llegaron 92. Poca gente pero bastante nivel la verdad, muchos galgos sueltos por el monte esa mañana.



A las 10:00 se suena la bocina y salimos en busca del monte, haciendo un pequeño recorrido entre las calles del pueblo que rápidamente nos dejan en una pista para ir adentrándonos en la montaña. No nos marcamos ningún objetivo, asique salimos tranquilos Jose y yo, en la parte media trasera del grupo y adelantando y siendo adelantados por otros corredores. Después del primer kilómetro llegamos a un pequeño arroyo que cruza el camino y sorteamos como podemos. A partir de aquí el terreno empieza a perder la horizontal y buscar la vertical,  vamos que empieza lo bueno. Jose se queda un poco rezagado y yo mantengo el ritmo que iba marcando. Continuamos por la pista durante un buen rato, hasta llegar al primer avituallamiento en el km 2,8, donde no paro y continuo, tomando algo de aire ya que el terreno  lo permite, pero es un espejismo, porque unos metros más adelante giramos a la derecha y el terreno se empina más aún. Hasta aquí había andado en un par de tramos durillos, pero esto ya no permite seguir con el trote, asique a caminar toca. El terreno es bastante bueno, un sendero ancho, con piedras sueltas pero muy transitable. Parece que se acaba la subida y giramos a la izquierda y... zas!! acabar la subida?? ni de coña, ahora empieza la subida, por una zona bastante dura, de unos 400m de longitud con una pendiente muy alta y con un terreno bastante técnico (como dirían los entendidos) en algunos tramos. Al llegar arriba tenemos el avituallamiento, un poco de agua y continuamos subiendo aunque más levemente hasta alcanzar la cota máxima de 1112m. Y a partir de aquí empieza otra carrera.



Como suele decirse, todo lo que sube baja, y eso tocaba ahora, bajar. Eso que tanto me gusta a mí, bajar (nótese mi ironía). Creo recordar que me adelantó la duquesa de Alba paseando mientras yo bajaba... Pues desde el km 4,5 hasta el 16 todo era bajada, y además por pista buena, corrible, muuuuy corrible. Me lanzo a bajar, algo indeciso al principio ya que iba  muy rígido de piernas debido a las zapatillas nuevas, no había corrido con ellas apenas nada, y no sabía cómo se comportarían ni como irían en bajadas, pero al poco rato, y después de un par de sustos les pillé el golpe. Pues eso, que me tiré "pa bajo" como pude, y aunque los que había adelantado subiendo se me iban acercando y pasando, mi ritmo era bueno, al menos para mí ya que iba marcando tiempos de 4:30 y 4:20, algo rápido para mí, pero que los mantenía por la inercia de la bajada. No es que llevara buenas sensaciones, todo lo contrario, me notaba pesado, falto de ritmo pero aun así intenté mantener un ritmo constante hasta donde pudiese. Y fue bien la idea, ya que algo me pude recuperar e incluso algunos kilómetros los hice más rápido de lo que lo había hecho. Todo el primer tramo de bajada era por la ladera de la montaña, dejando a la izquierda un valle enorme con las montañas al fondo del mismo, todo un paisaje granítico y de rocas que te hace volar hasta el cámbrico. Unas vistas muy diferentes a las habituales y muy enigmáticas, digno de visitar con más detenimiento.

Llegamos a la carretera en torno al km 11,5, haciendo unos metros en subida por la misma para enlazar con otra pista, y aquí veo que me voy acercando a los corredores que me habían pasado en el principio de la bajada. Eso me motiva para marcarme un objetivo y al paso por el avituallamiento del km 12 los tengo a tiro y poco después los terminaría cogiendo y haciendo algunos kilómetros con ellos, aunque finalmente dejamos atrás a dos y nos marchamos otros tres para adelante. Poco pude ir con ellos, apretaron y a mí me faltaban fuerzas para ir con ellos, asique me puse velocidad crucero y los dejé marchar.

Al llegar al km 16 veo el avituallamiento donde había un grupo de mujeres del pueblo dándonos el ágape y asando unas patateras a la lumbre, se me hizo la boca agua al verlo, y una mujerita muy amable me ofreció un bocadillo, que por desgracia rechacé, pero le dije que si me lo guardaba me lo comería en meta jeje.

 

Quedaban 5 km, una minucia, pero los últimos 3 pican para arriba y con lo que llevo encima no estoy para mucho más. Veo a lo lejos un corredor delante de mí y lo tomo de referencia para ir motivándome hasta conseguir cogerlo en torno al km 17,5. Con él haría los últimos kilómetros, ya que muchos metros fueron andando, no estábamos para mucho más ninguno de los dos. Una del as veces que miro hacia atrás veo a Jose, el tío viene corriendo en la cuesta!! Se va a comer la Transvulcania!! Al llegar arriba corremos de nuevo y entramos al pueblo con Jose unos metros por detrás de nosotros. Antes de la meta nos espera otra sorpresa, una calle estrecha, cementada y muy empinada, nos rompe las piernas al entras, andamos, pero antes de la mitad hacemos el último esfuerzo y echamos a correr hasta meta, entrando en 2:02, no ha sido mal tiempo, pero muy mejorable la verdad. Jose entró poco después, demostrando que va de menos a más y que lleva muy fina la preparación para el gran reto de la Transvulcania.



 

Al finalizar nos dimos una "refrescante" ducha y nos tomamos unas cervecitas en la plaza mientras daban los premios, muy ágiles y acertados pro cierto. Posteriormente nos invitaron a una paella en la casa rural, que nos quedó "tupios" y posteriormente nos vinimos tranquilamente para casa con los deberes hechos y habiendo disfrutado de un magnifico día tanto en lo deportivo como en lo meteorológico.