Crónica cortesía de Ángel

 

Segunda edición y segunda vez que Zapatones corrió por esos senderos del Jerte y de su Garganta de los Infiernos. Salimos desde Coria en un par de coches, animados por la carrera, pero expectantes de los nubarrones que nos esperaban. Llegamos con tiempo suficiente para ir a por los dorsales y posteriormente tomar algo en un bar.

 

Cogemos el bolso y nos dirigimos a la plaza, allí entre conocidos y caras conocidas de otras carreras nos despojamos de la ropa de abrigo que llevabamos y la dejamos en el guardarropa. Calentamos un poco antes de la salida para desentumecernos y vuelta a la plaza. Nos colocamos en la salida y... a correr!.

 

El primer tramo es por el pueblo, aquí me coloco junto a Barrios, cosa habitual en los inicios de las últimas carreras. Beni y Luismi están por detrás y Merche algo más adelantada. Antes de llegar al puente, en la bajada de una calle me lanzo un poco y me voy hacia adelante. No pretendo irme, sólo coger posiciones más delanteras para que cuando me adelanten esos corredores en la subida luego pueda tenerlos de referencia en la bajada. Antes de dejar el cemento y meternos en "materia" montañosa alcanzo a Merche y la animo. Comenzamos la subida, la interminable subida. Éste año no me paro a andar en el mismo lugar que el año pasado, tampoco los demás que tanto por delante como por detrás siguen corriendo. Así sigo hasta unos cientos de metros más adelante, donde ya comienzo a caminar y cuando suavizaba el terreno a trotar un poco. No tardó mucho Barrios en darme caza y pasarme, y poco después Luismi, al cuál intenté mantener la distancia, cosa que pude durante un tiempo, pero ésta vez no podía, iba pesado, supuse que por la subida, pero ya me daría cuenta poco después que no era por eso. En el tramo de pista, hay algunos charcos, bastante grandes algunos que hacen que los corredores los bordeemos de manera acrobática, pero viendo las fotos de éste tramo te das cuenta de la diferencia entre los primeros y los demás, mientras nosotros bordeamos los charcos, ellos siguen como si no hubiera nada, al agua patos!!.

Seguimos por el sendero ascendiendo, se oye el ruido de la lluvia al caer sobre las hojas y el suelo junto con el sonido de las zapatillas y algún que otro resoplido de los corredores, pero en un silencio asombroso. Al contrario que el año pasado, día caluroso, éste es todo lo contrario, y me atreveria a decir, a título personal, que el paisaje tiene más encanto así que con un día soleado.

Al llegar al final de la subida, avituallamiento, un poco de agua y a comenzar la bajada por un sendero diferente al del pasado año. Aquí es donde me dí cuenta que mi pesadez no era por la subida, quizás por la acumulación de kilómetros en pocos días (un cross, dos medias maratones y ésta carrera en menos de un mes). Asique pongo velocidad crucero junto con otro corredor y charlando vamos hasta que llegamos a una de las partes nuevas y bastante técnica, sortenado troncos, rocas y saltos. El otro corredor se queda y sigo por mi cuenta. Llegados al refugio de pescadores, cruzo el puente del Sacristán y otro tramo de subida para coger el sendero camino a Los Pilones. Éste tramo se ve fantastico con las nubes bajas y la niebla que cae de la montaña. Antes de llegar al puente de Los Pilones llego hasta un corredor que había por delante de mí, pero después del segundo avituallamiento se va, lleva mejor ritmo y no hago por seguirle. Desde el kilómetro 12 se me hace bastante larga la carrera, andando, corriendo y así alternando hasta coger un ritmo adecuado. La bajada por el reboldo me hace recordar que al final está el camino cementado que lleva hasta el pueblo, ya no queda nada, y así fue. Llegado al camino, pongo rumbo al pueblo y antes de llegar al puente alcanzo a un corredor local, que va andando, ya quedan menos de 300m y estamos ahí. Veo a Barrios que ya ha llegado con la familia y la hija de Beni al final del puente animandome. Al final llegué a meta, con bastante peor tiempo de lo que me habia propuesto en un principio, casi 15 minutos peor, pero al final llegué después de todo lo sufrido.

 

Cabe destacar la gran organización de la carrera, perfectamente balizada, aunque me perdí una vez, pero fue más culpa mia y del otro corredor ya que ibamos hablando y nos pasamos la baliza de largo y tuvimos que dar media vuelta. El entorno precioso, y la gente de la zona muy involucrada con la carrera y concienciada con el medio natural que tienen allí. Por supuesto que el año que viene repito y más de un Zapatón se unirá a ello. Enhorabuena al C.D. Jerte y a Jose por la carrera.